Bloqueo escritor

Escritura emocional

La escritura emocional o terapéutica ayuda, entre otras muchas cosas, a terminar con el bloqueo del escritor. Si, leíste bien, y te lo cuento porque lo he experimentado en carne propia.

Los que vivimos de contar historias tenemos el fantasma acechando casi siempre, a la espera de robarnos esas palabras encadenadas que nos transportan a otros mundos. Una de las grandes culpables de los últimos tiempos ha sido la pandemia. Mejor dicho, el encierro, donde muchos pensaron que tendrían el tiempo del mundo para escribir y, sin embargo, pasaron dos años y escribieron menos que en tiempos normales. Muchas personas se quedaron sin esa fuente de inspiración y se han sumido en angustias, ansiedades y pensamientos inexplicables de bloqueo.

Uno de los consejos que se suelen dar cuando llega el bloqueo escritor, es volcarse a leer. Leer mucho. A muchas personas este recurso les sirve y logran atravesar la barrera que los mantiene estáticos y recuperan la inspiración. Pero muchas otras personas no lo logran y hasta comienzan a tener bloqueo lector. Es decir, no consiguen concentrarse ni siquiera para terminar la primera hoja o, si lo hacen, no tienen idea de qué se trata lo que leyeron.

Mi taller está repleto de estos ejercicios, comprobados todos tanto por mí como por mis alumnas y alumnos, que realmente funcionan y nos corren de esa zona estéril donde muchas veces caemos sin saber cómo volver a sembrar.

Un ejercicio muy productivo es el que les dejo por aquí abajo. Espero que lo realicen, logren salir del bloqueo y puedan escribir un relato maravilloso.

Van a tomar un cuaderno y una lapicera. Lo primordial en la escritura emocional es escribir a mano, no en la computadora, no en el móvil.

Van a tener en cuenta que, de los cinco sentidos, nos enfocaremos en tres: el olfato, el oído y el gusto, por eso cerrarán sus ojos y viajarán hasta un lugar en la infancia donde alguien está cocinando su comida preferida. Van a recordar el aroma inspirando profundo para volver a sentirlo, a olerlo, quizás hasta secreten mas saliva por el placer que les provoca tal evocación. Traten de identificar los ingredientes que huelen, ¿son dulces?, ¿son salados? Enumérenlos en la mente, degústenlos de nuevo, siéntanlos en el paladar. Ahora escuchen los utensilios de cocina que se mueven y rozan un plato, un cuenco, una olla, un sartén. Lo que sea que venga a su mente. Escuchen los pasos e imaginen lo movimientos de la persona que está preparando esa comida, ese postre. Busquen detalles, cuadros colgados, colores de manteles, de platos, de paredes. ¿Hay ventanas? ¿Se escucha música? ¿Alguna radio encendida? ¿Alguien canta? ¿o discute? ¿Qué sienten mientras ese recuerdo se va visualizando cada vez más a través de estos sentidos?

Cuando logren tener el recuerdo en toda su plenitud, el sabor dentro de la boca y el perfume en la nariz, abren los ojos y escriban ese momento, sin dejar de lado las emociones, describan cómo se sintieron, si vino la nostalgia, si apareció algún miedo, si disfrutaron con placer el hecho de recuperar ese momento que vivía en la memoria, solo que lo colocamos tan atrás que olvidamos que formaba parte de nosotros.

Tras ese momento, se encadenan nuevos recuerdos, aparecen personas que quizás no estaban presentes en nuestras evocaciones, llegan sentimientos archivados a decir presente. Ese momento también es parte de lo que son hoy como personas.

Practiquen el recuerdo cuando sientan el bloqueo. Pero el recuerdo no desde lo visual, sino desde los otros sentidos. En ellos está la clave para poder salir de esos sitios tan irreverentes que nos toman presos, a veces, por demasiado tiempo.

Si eres un escritor, una escritora, o simplemente quieres reescribirte y te encuentras en etapa de ansiedades y bloqueos, te invito a formar parte de mi taller. Comenzamos en mayo. Si deseas más información escríbeme al mail veccapreetz@gmail.com para sumarte al grupo que está a punto de comenzar.