Impostor

No te conozco a pesar de ser parte viva y desquiciada de tu inmunda existencia. He pensado por años hacerte desaparecer de mi horizonte, pero aprendiste a saltar antes que mi odio te ahogue.

Vivir en la espera desesperante de tu arrepentimiento me ha robado demasiado tiempo

hasta que un día logré entenderlo: un monstruo no se disfraza de monstruo, lleva un traje de cordero.

Tus ojos claros impidieron que saliera a la luz tu macabro juego donde cada noche me contabas un cuento.

Como olvidar la esvástica colgando de tu cuello cuando me asfixiabas lo justo para atravesar el infierno.

Una y otra vez, la esvástica en tu cuello, tu mano en mi boca tapando el desgarrante grito del silencio.

No conozco al destinatario de esta carta, dice ser mi padre, pero soy bastarda del miedo. Debo perdonarte, me dice el clero entero, mientras disfruto arrancando tus ojos para que no leas mis sentimientos.

Iba a matarte, pero adelantaste tu tiempo y una vez más robaste mi sueño.

©Copyright 2022

Deja un comentario

Blog de WordPress.com.

Subir ↑