8 de marzo: ¿hasta cuándo?

54 femicidios van desde que comenzó el 2022 sólo en Argentina.

54 familias destrozadas por violentos que no entendieron el límite, el NO.

54 mujeres que padecieron el infierno y no lograron salir a tiempo.

54 historias que quedaron truncas, creando fantasmas en las cabezas de 43 niños que quedaron huérfanos de madre en los dos primeros meses del año.

Sin contar los miles que hay sumando años atrás.

Hoy es el Día de la Mujer y me pregunto ¿hasta cuándo?

¿Hasta cuándo tenemos que levantar la voz para que se detengan los violentos?

¿Hasta cuándo tenemos que regresar de una comisaría porque no nos tomaron la denuncia por falta de pruebas?

¿Hasta cuándo padeceremos las burlas de los “machitos” que ejercen su poder brutal ante la indefensión de una mujer asustada?

Sumado a esto, también me pregunto ¿Cuántas más tenemos que ser violadas para que realmente haya justicia?

Tuvimos que soportar decir a un juez ante la violación en masa, que se trataba de “descarga sexual”. Supongo que lo dijo porque no lo usaron a él para descargarse.

O me pregunto ¿hasta cuándo tenemos que ver la cara de esos violadores que aguardan un juicio porque parece ser que las imágenes grabadas no les dejan en claro, a los hacedores de justicia, el accionar y el delito implícito ejercido? Un juicio para probar… ¿qué? ¿Qué son inocentes? ¿Qué no eran ellos? ¿Qué no estaban en su “sano juicio”?

A veces creo que un juicio está de más, sobre todo en situaciones como la vivida hace pocos días en la Capital Argentina. Un acto que pide a gritos la cárcel, pero cárcel sin juicio porque las bestias no merecen privilegios como los ciudadanos. Fue un acto tan aberrante que no dejó dudas, pero la justicia se demora y en ese “no hacer” urgente y conclusivo, a la víctima se la sigue violando con leyes injustas que intenta aplicar un sistema caduco que la vapulea una y otra vez.

Los matones están sueltos y tienen derechos humanos que “siempre hay que cumplir” y las victimas…. ¿Qué son las víctimas? ¿Acaso no tienen tanto o más derecho que los victimarios?

Hay mujeres que tras ser violadas han sufrido desgarros en su cuerpo que no les permiten tener una vida normal, mujeres que no pueden ser madres, mujeres ultrajadas mentalmente, mujeres que no pueden tener una vida sexual sana porque quedaron con mil fantasmas acechándolas por unos hijos de puta que solo quisieron 5 segundos de descarga. 5 segundos que equivalen una vida entera estropeada.

5 segundos de descarga por una vida arruinada. Eso es lo que cambia la justicia cuando no ejerce como tal.

Entonces es 8 de marzo y estoy cansada de escuchar “Feliz día de la mujer”.

Me siento estafada, me siento burlada, impotente ante la espera de justicia para tantas mujeres que ya no están o viven a medias.

Por tantas mujeres que caminan con miedo cada vez que salen a la calle.

Por tantas mujeres que caminan mirando siempre atrás, con desconfianza, temiendo ver una o varias sombras.

8 de marzo y la lucha por la igualdad de posibilidades

y también la igualdad de caminar en paz.

Cada año sumamos miles de víctimas en todos los países. ¿Hasta cuándo?

Estoy segura que alguien dirá “pero esto no es lo que se festeja el 8 de marzo” y les voy a responder: “También”. Porque caminar en paz es un derecho que tenemos hombres y mujeres en un país libre, en un país donde esperamos que alguien haga algo en serio para encerrar debidamente a los inadaptados que caminan sueltos, con más deberes y menos burocracia.

En fin. Hoy es 8 de marzo. Otro 8 de marzo más donde las mujeres seguimos ganando en igualdades y derechos, seguimos sumando logros y aceptaciones para demostrarle a una sociedad machista de lo que somos capaces, sin embargo, no puedo dejar de preguntarme:

«¿Hasta cuándo tendremos que levantar la voz para pedir por algo que, en este siglo, resulta tan obvio?»