3 FRASES QUE DEBES DEJAR DE REPETIR

Photo by Kat Smith

Como ya he hablado en varias ocasiones, las palabras tienen tanto poder como para crear la realidad en la que estas inserto. No hay que subestimar su poder porque ellas pueden convertirse en tu aliado o en tu peor enemigo. Esta afirmación ya ha sido comprobada neurocientíficamente hablando y es urgente cambiar la rutina de palabras que empleamos si queremos hacer un cambio real.

Hay muchas frases muy negativas instaladas en el diálogo tanto personal como grupal, hoy les dejo las tres más comunes y son estas:

NO PUEDO

Esta es una de las frases más nocivas que existen y sin embargo hay personas que la utilizan varias veces al día. Es una frase que denota incapacidad, pero no cualquier incapacidad, sino incapacidad total. Se instala en la mente el no poder hacer nada por ende nada de lo que se intente saldrá bien.

Por inocentes que parezcan estas dos palabras, tienen el poder de imposibilitarte a la acción. ¿Cómo esperas poder lograr algo si solo repites que no puedes?

Es una frase determinante que lo único que logra es dejarte estático.

¿Qué tal si, cada vez que surja en tu mente la idea de No puedo, la cambias por Puedo?

El No puedo se utiliza generalmente bajo el concepto de que algo parece ser mas complicado de lo que pensabas, entonces mi consejo es que cuando te propongas hacer algo y no lo consigas de primera, no te imposibilites con estas palabras justificando el abandono a la acción y te retes a intentarlo una y otra vez hasta que obtengas el resultado esperado. Es más fácil instalarte en un No puedo que esforzarte a lograrlo. No olvides que Thomas Alva Edison fracasó 10.000 veces antes de perfeccionar la lámpara eléctrica incandescente.

Entonces no es que No puedes, es que eres impaciente. Aprende a escucharte y a utilizar las palabras debidamente para obtener la mejor versión de ti mismo.

SOY POBRE

Es una de las frases que más lastima el amor propio porque la pobreza es una condición muy incómoda a la cual muchas personas le tienen miedo, y no hablo solo de pobreza en cuanto a dinero, sino en cuanto a salud y a la calidad de las relaciones. Cuando uno repite permanentemente Soy pobre, Soy pobre, la mente no discrimina en dónde debe ubicar esa pobreza, no tiene el poder de la intencionalidad, sino que solo actúa con la emoción que esa palabra introduce en la mente por repetición. Esto lleva a que esa pobreza derive en menos salud, menos calidad en las relaciones y por ende menos calidad laboral. Esa continuidad crea la realidad cada vez más difícil y compleja de la cual cuesta mucho salir. A nadie le gusta estar en la pobreza, sin embargo las personas no dejan de repetir Soy pobre. Ya lo dije y no me cansaré de repetirlo que el Soy es determinante y paraliza la acción. Ser conscientes de lo que esto indica es importante, porque la pobreza no solo aplica al dinero en la mente de la persona sino que incluye a todo su entorno. Alguien que se considera pobre vive en un estado de victimización permanente, de negación y sentimientos disminuidos que lo lleva a quebrantar la salud y a estar irritable y mal humorado. A nadie le gusta ser pobre entonces ¿por qué insistimos en repetirlo?

Si la expresión nace por querer algo que tus ingresos actuales no te permiten obtener, en vez de decir «No puedo pagarlo», piensa en «Cómo puedo pagarlo«. Deja de negarte una realidad más merecedora y comienza a elegir las palabras si de verdad deseas obtener algo.

Cambiar las palabras no es lo que cambiará tu situación actual, cambiará tu predisposición para enfrentar esa realidad, ayudándote a salir de la imposibilidad de lo negativo para trasladarte a la acción de buscar una opción para salir de ese estado actual.

El problema muchas veces es que no queremos pasar de un estado al otro porque ponernos en acción a pesar de las dificultades, indica estar dispuestos a la incomodidad de cambiar rutinas y salir de la zona de confort en la que estamos inmersos.

ODIO MI VIDA

Esta afirmación tiene mucho que ver con la vida que llevan y que, por alguna razón, no se atreven a cambiar. Muchas veces esa razón es la tan trillada expresión «zona de confort». Existe un porcentaje muy alto, estadísticamente hablando es el 90%, de personas que utilizan esta frase y los motivos, cuando se les pregunta, suelen ser éstos:

  1. No estan conformes con el trabajo que realizan.
  2. No estan conformes con su imagen
  3. Están cansados de no tener dinero suficiente
  4. No se sienten bien con la pareja elegida
  5. Sienten que no gustan a nadie
  6. Se sienten menos que los demás
  7. Quieren vivir en otro lugar

Y la lista sigue mencionando cosas que la misma persona puede cambiar pero por temor al cambio, no lo hace. Le temen a lo desconocido y prefieren soportar una vida que los hace infelices a plantarse firme frente a la vida que soñaron y hacerla realidad.

Si sientes que no le gustas a nadie, deja de querer ser el centro del universo y alimenta tu ego, fortalece tu autoestima y así verás como ese sentimiento desaparece.

Si no te gusta el trabajo donde estás hoy busca algo donde te sientas cómodo. Muchas veces no es fácil este cambio, pero no es imposible. Hay que buscar y buscar y las posibilidades aparecerán.

Esto conlleva al dinero que creas que es suficiente para ti. Si estás disconforme con el ingreso que tienes, busca un nuevo ingreso. La única imposibilidad está en tu mente.

Si no eres feliz al lado de la persona que tienes hoy, siéntate a hablar, quizás tu pareja tampoco esté conforme contigo y falta dialogar. Recuerda por qué la elegiste para pasar tu vida y posiblemente ese recuerdo te lleve al reencuentro. A veces la vorágine del día a día hace que las personas se pierdan y olviden el por qué se enamoraron. Es un buen ejercicio para recuperar el amor o para darse cuenta que ya no se eligen más. Buscar el diálogo va a ayudarte a resolver esta situación.

Conclusión

Como te has dado cuenta y lo dije al principio el poder de las palabras las hacen ser tu aliado o tu peor enemigo. Tü decides cual papel quieres darles en tu vida. Comienza a mejorar la relación contigo mismo cambiando las palabras y serás testigo de muchos cambios en tu entorno.

Comprobado.

«He decidido seguir con el amor. El odio es una carga demasiado grande para soportar»
Martin Luther King, Jr.

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