El tiempo se iba comiendo nuestro tiempo
Y el deseo era mayor que el universo.
La noche nos acogió entre sus brazos
Y desnudamos todo el sentimiento.
Absorbimos en instantes todo el sexo,
Y por primera vez le ganamos al tiempo
Hoy mis manos yacen en la superficie de tu cuerpo
Amarradas al último grito que ya es parte del silencio…

Deja una respuesta