Poesía oscura
… Y sintiendo como el sueño se agrietaba
tomé tus manos abstractas y lo ideal fue cierto,
y sacándote del sueño impasible y quimérico,
tuve la sensación de percibir tu aliento.
Pude sentir tus caricias un instante y hacerte sentir las mías.
Sonreías con estruendos que estallaban a cielo abierto.
La noche no percibía el límite entre lo real y lo etéreo
Y conversamos de lunas y dragones que escupen fuego.
Quitamos a Octubre del calendario y nos tomamos un recreo,
Remontamos barriletes y leímos tu bestiario.
Eras tangible, corpóreo, verdadero, solo por un momento.
El caprichoso sueño volvió a mi encuentro y cerrando la grieta
tus manos huyeron, desertaron, se hicieron viento…

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