Gustos y Disgustos – Respuesta

El miércoles pasado les traje un ejercicio para que identificaran partes de ustedes mismos que les gustan y partes que les disgustan. Podían ser externas o internas y les dije que en una semana los vería por aquí para darles algunas respuestas y algunos consejos que, como siempre digo, pueden tomarlos o dejarlos.

Es muy probable que a muchos de ustedes les haya costado encontrar los rasgos mas bellos que los conforman así como las emociones y sentimientos que llevamos dentro. También es probable que las partes que menos les gustan hayan excedido el número tres, que era el de la consigna.

Es probable también, que muchos de ustedes se encuentren dentro del grupo de personas a las que no les cuesta encontrar partes o características que les gustan, y sí les cuesta encontrar aquello que les desagrada de ustedes mismos. Si estás dentro de este grupo, puedes pasar a otro artículo de mi blog o ir a leer algún relato que tengo por aquí colgado, pues tienes tu autoestima sana y eso es algo para valorar y mucho.

Sigo entonces con las personas del primer grupo y ¡ojo! que nada de lo que diga aquí es palabra santa. De santa no tengo nada, pero estas palabras pueden ayudarte a que tu amor hacia ti mismo/misma se eleve un poco más dentro de tu paisaje interno.

Ya tienen identificadas las características que no les agradan de ustedes. Van a tomar cada una de ellas y van a contarse por escrito la siguiente historia: (recuerden que es un ejercicio de escritura terapéutica por lo tanto debe ser escrito de puño y letra)

Imaginen una situación cómica donde conocen a una persona que les hace saltar el corazón de lugar, su gran amor, por decirlo de algún modo, y esa persona tiene todas las características que a ustedes les molesta de ustedes mismos, pero la situación del encuentro fue tan divertida y tan amena, que sólo destacan esa emoción y lo único que desean es mantener a ese ser el mayor tiempo posible cerca porque los hace sentir muy bien.

Una vez identificado el tema vamos a la consigna: deben escribir una historia contándose a ustedes mismos/mismas, tal como se lo contarían a un amigo o amiga, dicho encuentro junto a todas la emociones que surjan de ese encuentro y con lujo de detalles.

Contarte por escrito (escribirte) te ayuda a entenderte, a interpretarte, a conocerte y, por sobre todo, a aceptarte.

Muchas veces se da la situación de que nos enamoramos de una persona que tiene una nariz grande y la nariz es justamente lo que más nos gusta de ella. Pero seguramente la persona que lleva dicha nariz, la odia. ¿Por qué? porque con amor vemos más allá de la nariz. El «portador» de la nariz no se mira con amor. Es difícil, lo sé, pero si aceptamos imperfecciones en los otros seres que amamos, ¿por qué no las aceptamos en nosotros? ¿Por qué es fácil escribir una carta de amor para otra persona y nunca escribimos una carta de amor hacia nosotros mismos? Porque quizás nos parece innecesario o ridículo, pero la verdad es que creemos que nos queremos y no se nos ocurre afirmar ese sentimiento con nosotros mismos y mucho menos de ese modo.

La falta de amor propio nos lleva a sentir que no somos lo «suficientemente buenos para…» y es ahí donde comienza nuestra suma de imperfecciones destacadas.

Hay una anécdota muy acertada para este ejemplo de Miguel de Unamuno, cuando el rey Alfonso XIII le entrega la Gran Cruz de Alfonso X como condecoración:

[…]

–Me honra Majestad recibir esta cruz que tanto merezco – dijo Unamuno

–¡Qué curioso! En realidad la mayoría de los condecorados aseguran que no se la merecen – respondió el rey.

–Señor, en el caso de los otros, efectivamente: no se la merecían –respondió Unamuno.

[…]

Este ejemplo me gusta porque nos muestra cómo una persona se cuenta a sí misma su propia autovaloración. Podemos distinguir un tono cómico también, pero es el modo de aceptar y congeniar con nuestras imperfecciones.

Si nos enamoramos de una persona con «panza» y no nos detenemos en ello, ¿por qué entonces no podemos aceptarla en nosotros?

Escriban y reescriban su propia historia, trasladando estas imperfecciones que tanto les molestan en ustedes, a aquellas personas que lograron captar su atención al punto de enamorarlos y respondan las siguientes preguntas: ¿los dejarían de querer por sus imperfecciones? ¿los abandonarían en un lugar oscuro haciéndoles saber que no los quieren más por tener esas características?

Si la respuesta es No, ni loca o ni loco dejaría a mi amor por tener panza, nariz grande, piernas flacas piernas gordas, por su malhumor, por sus ojos chicos, etc. ¿Por qué lo hacen con ustedes mismos?

Me encantaría leerlos y poder responder a sus consultas. Es un tema muy extenso, tan extenso como para tratarlo puntualmente en este apartado.

2 respuestas a “Gustos y Disgustos – Respuesta

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    1. Lamentablemente asi es. Al «otro» le perdonamos defectos físicos y emocionales, pero a nosotros mismos, no y eso es justamente lo que trae problemas difíciles de resolver con nosotros mismos. Gracias por pasar Carlina!

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