POTENTE FRAGILIDAD

Hoy quiero dejarte una reflexión acerca de la potencia que hay en la fragilidad.

Vivimos en un mundo donde cada vez nos exigen ser más fuertes, menos sensibles, donde tenemos que aprender a controlar desde nuestros sentimientos hasta nuestras emociones. Pareciera que ser débil fuera el pecado más grande, que mostrarnos agotados no estuviera permitido y así vamos sumando presiones y estrés y lo único que logramos es alcanzar el hartazgo de nosotros mismos. Pero ¿Qué hay detrás de esta aparente fortaleza?

Photo by Monstera on Pexels.com

Hoy quiero enfocarme en la Fragilidad, en lo sensible del ser humano, en ese sentir que, muy lejos de descubrirnos débiles, es muy potente porque de la fragilidad surgen todas las fortalezas. Es en esos momentos cuando la debilidad nos abraza que nos damos cuenta de que podemos o no abandonar la carrera, que todo está en nuestras manos y si no fuera por ese receso necesario, no nos daríamos cuenta de toda la fuerza que habita dentro y que nos sirve para impulsarnos con una potencia que ni siquiera conocíamos.

Desde la potencia de la fragilidad somos capaces de sentir empatía, de conectar con el otro. Descubrimos al ser humano que camina a nuestro lado, nos abrimos a una mejor comunicación con nuestro interior y con la persona que se comunica activamente con nosotros.

Desde la potencia de la fragilidad valoramos la escucha atenta por el simple hecho de haber atravesado el más absoluto de los silencios.

La fragilidad nos da el poder de conectar con el mundo, de valorar un abrazo, una palabra, una sonrisa. Aprendemos a comunicarnos mejor porque dejamos egos, orgullos y vanidades de lado para percibir el llano de los sentimientos, la simpleza con la que podríamos hacer un mundo mejor y no entender porque elegimos complicarnos.

La fragilidad nos abre los ojos al descubrimiento de una nueva vida. Permite darnos cuenta que ser permeables nos conecta con un mundo lleno de sincronicidades donde nada es casual, donde nos damos cuenta que todos estamos en el lugar que estamos por una causa, abriendo las puertas a la visión de una realidad muchas veces oscura, muchas veces terriblemente dura, donde tomamos consciencia que desde esa potente fragilidad nos derrumbamos y nos reconstruimos. Desde esa fragilidad podemos sentirnos, amarnos de una manera mucho más amable y sobre todo dedicarnos tiempo.

Ese tiempo tan necesario para encontrarnos con quienes somos en realidad, un tiempo que se desvanece entre las manos por falta de voluntad, por no darnos cuenta que elegir postergar nos está quitando vida ya que esquiva, de manera permanente, continuar en el camino que nos lleva a los sueños.

Darnos cuenta que somos débiles es dar ese primer paso que nos impulsa porque justamente no es debilidad aceptarnos cansados. Creo que es todo lo contrario, demuestra que nos queremos y queremos potenciarnos para alcanzar los sueños.

Desde la potencia de la fragilidad escuchamos a nuestro corazón y le permitimos sentirse vivo, porque desde lo frágil somos capaces de sentir la emoción, de palparla dentro nuestro, somos capaces de sentir el dolor, de percibir los miedos a ir más allá, atravesar el camino conocido. Desde la potente fragilidad somos capaces de vencer las resistencias que nos paralizan muchas veces y nos impiden disfrutar del camino. Aprendemos a tomar decisiones al hacernos cargo. Y no es fácil hacernos cargo de nosotros mismos, tomar consciencia real de lo que sucede dentro y permitir que cada emoción, que cada sentimiento, pase por nuestro cuerpo con la certeza de poder ser en toda su intensidad.

Negar que somos frágiles es negarnos como humanos. Aún tenemos un corazón que late emociones, sentimientos, aun somos dueños de nuestros pensamientos, de nuestra mente.

Aun podemos permitirnos la humanidad de la flaqueza porque desde allí nos reconstruimos, desde allí aprendemos, desde allí volvemos a nacer más fuertes, más hacedores, mas compasivos y con más fragilidades que nos potencien.

Y entre estas líneas me atrevo a confesarte que lo que hoy soy como mujer, como amiga, como persona, se lo debo en gran parte a la fragilidad porque sin ella nunca habría podido superarme, la fragilidad me ayudó a colocar los acontecimientos de mi vida donde cada uno debe estar. La fragilidad permitió que la vida me duela hasta lo más profundo pero evitó inmovilizarme, porque sólo la potencia de la fragilidad me ha enseñado a dar con el corazón pleno, me ha enseñado a disfrutar de los momentos con mayor intensidad y con más consciencia para valorarlos, para que no solo pasen desapercibidos por mi vida. La fragilidad me ha enseñado a perderle miedo al fracaso porque solo con el fracaso pude alcanzar una vida plena.

Hoy te deseo fragilidad en tu vida para que puedas renacer con la potencia única de la reconstrucción.

8 respuestas a “POTENTE FRAGILIDAD

Add yours

    1. Gracias Enrique. Estuve ausente un tiempo pero volvi con mas energías. Sé que es dificil asumirlo, pero supongo que en tu vida habras tenido muchos momentos de fragilidad y desgraciadamente somos de generaciones donde se inculcaba sobre todo al hombre a ser una roca, a no mostrarse nunca débil y asi aparecieron tantos problemas cardíacos y de presión, por no permitir que la fragilidad sea parte visible en la vida.

      Le gusta a 1 persona

Deja un comentario

Blog de WordPress.com.

Subir ↑