Naturalizar «la depre»

«Para lograr realizar lo que quieres,

aprende a sentirte cómodo en lo incómodo»

Alejandro Jodorowsky

Es más importante de lo que creemos reconocer la emoción o las emociones que nos atraviesan en determinados momentos de nuestra vida y poder nombrarlas correctamente.

¿Por qué digo correctamente?

Porque solemos meter todas las emociones incómodas en la misma bolsa y las unificamos en un concepto: la depresión. Para ser más clara: cuando alguien cercano detecta que nuestro estado de ánimo está desinflado y nos pregunta qué nos pasa, la respuesta más común que solemos dar es: «Estoy depre».

Entonces decimos que estamos «depre» cuando en realidad nos sentimos tristes, decimos que estamos «depre» cuando estamos desanimados, estamos «depre» cuando experimentamos frustración o cuando nos sentimos solos, incomprendidos, estamos «depre» cuando nos sentimos desmotivados, aburridos, angustiados, entre otras emociones incómodas.

Naturalizar el concepto está mal porque la tristeza, el desánimo, la desmotivación, el aburrimiento, la frustración, son emociones y como tales son pasajeras. Nos toman por un momento y luego desaparecen. En cambio, la depresión es una enfermedad de la psiquis, que perdura más tiempo, afecta los sentimientos, los pensamientos y el comportamiento de una persona, y puede causar una variedad de problemas físicos, emocionales y lastimar la relación con el entorno. Algunas veces viene acompañada de otras enfermedades como: Trastorno de estrés postraumático, Trastorno obsesivo-compulsivo, Trastorno de pánico, Fobia social y Trastorno de ansiedad generalizada.

Decimos con tanta naturalidad que estamos depresivos que es parte de nuestro vocabulario diario y no nos damos cuenta que el poder de nuestra mente puede llevarnos a la patología.

¡Confundimos una emoción con una patología!

Quizás sea porque no nos gusta sentirnos incómodos y el decir «Estoy depre», nos instala en una zona de confort para no hacernos cargo de la emoción incómoda que estamos experimentando.

Lo valioso de la incomodidad

 Las emociones incómodas nos hacen conscientes de situaciones incómodas que estamos atravesando y como no nos gusta la incomodidad, tratamos de evitarla, disfrazarla o ignorarla.

El problema es que las emociones incómodas fluyen mejor cuando no las negamos y las reconocemos tal como son. Por ejemplo: la tristeza nos conduce al llanto. Pero la mayoría de las veces, tragamos el llanto, lo negamos y nuestro interior sufre dolores y presiones en el pecho que podrían aliviarse más rápido si en vez de evitarla, permitiéramos que fluyera.

Estamos acostumbrados a estar cómodos y buscamos todo aquello que nos de placer y nos permita estar bien, por eso cuando somos atravesados por sensaciones molestas que nos arrancan de ese confort, en vez de afrontarlas salimos huyendo, las renombramos equivocadamente y las negamos.

Salir apresurados de las situaciones incómodas supone un aprendizaje. Hace que nuestra vida quede condicionada y que el problema de fondo quede escondido debajo de una manta, preparado para salir en cualquier momento. El problema es que nosotros estamos sin armas para enfrentarlo. Este estancamiento emocional produce una gran insatisfacción y una desconexión que impide nuestro desarrollo personal.

Lo valioso de permitirnos estar tristes, aburridos, desanimados, sensibles, angustiados, etc. , y nombrar esa emoción como corresponde, es que nos hace pasar más rápido ese momento y podemos restablecer el control sobre nosotros mismos, permitiéndonos hacernos cargo de lo que en realidad nos pasa. Es una garantía de inmunidad frente a los sentimientos de indefensión y desesperanza para recuperar la comodidad.

Dejar que cada emoción se muestre como es, sin el disfraz de » la depre», cederle el tiempo necesario para permanecer en nosotros haciéndonos conocer la incomodidad, nos sirve como indicador de nuestra propia regulación emocional y autoconocimiento.

Un paso adelante en nuestra gestión emocional.

3 respuestas a “Naturalizar «la depre»

Add yours

Deja un comentario

Blog de WordPress.com.

Subir ↑