ALCANZANDO SUEÑOS

Hace poco escribí un articulo sobre los cambios. Cambiar es movimiento, es vida. Cambiar es crecer.

Cuando llegan los grandes cambios a nuestras vidas, impactan tan sorpresivamente que nos dejan tambaleantes, llenos de asombro, nos generan inestabilidades, preguntas acerca de si la decisión tomada será para bien, nos acercan miedos hacia ese lugar desconocido donde nos adentramos para construir nuevas experiencias, para escribir nuevas historias.

Nada tan maravilloso como renovar el alma y sentir fluir nuevamente las palabras dentro nuestro.

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Sentimos adrenalina ante las nuevas situaciones que debemos afrontar, personas que ingresan a nuestra vida, personas que van quedando atrás, experiencias laborales que abren sus puertas a mundos desconocidos, buscados y ansiados. Tan ansiados que cuando ingresan a nuestra realidad, desequilibran los primero pasos que debemos dar.

Dejar ese lugar conocido para aventurarse a nuevas tradiciones, a nuevas costumbres, a un nuevo idioma es maravilloso, como si una lluvia de nuevas experiencias cayera en nuestra cabeza y estamos sin paraguas. Nos cubre una sensación de alegría indescriptible, nos llena el corazón de emociones tan intensas porque vemos nuestro esfuerzo hecho realidad, sentimos que nuestra siembra dio sus frutos, hemos alcanzado un sueño.

Corroborar cada día que, ponerse en acción es lo único que hará cambiar nuestra vida, es maravilloso. Hacer proyectos y trabajar para que se hagan realidad llena la vida, llena el alma. Nada es imposible cuando lo queremos de verdad. Ninguna experiencia es en vano.

A veces nos desilusionamos tan de golpe que creemos que todo se desmorona a nuestro alrededor, pero siempre hay un rincón donde la maquina de sueños sigue trabajando, y si nos enfocamos en la creación de una nueva posibilidad, de una nueva realidad, llega.

Hay caminos de vida que tienen demasiados pozos, puentes colgantes que penden de un hilo, lugares oscuros, donde por momentos parece imposible que pueda surgir una posibilidad. Sin embargo estoy convencida que cuando el caminante abriga esperanzas y sueños, puede sortear todos los obstáculos y aprende a construir puentes, caminos verdes, plenos de luz, dejando la posibilidad y la certeza a otros caminantes de poder transitarlo con confianza.

Agradezco a la vida tantos cambios y doy la bienvenida a este sueño convertido en realidad.

Todo llega en la vida si no cesamos de trabajar por alcanzar nuestro sueño.