Tengo un silencio enorme, pausado, Un silencio que me abruma, me esconde, me titubea los sentidos. Tengo un silencio tan grande que se vuelve locura, hasta ahorcarme. Solo escucho mi alma freír entre palabras que llegaron tarde. Se anudan las vísceras con la imaginación y recrean un silencio sofocante, acostado en mi cama, arrullándome.